Los lunares no son solo cafés o negros. Puede haber algunos más claros o incluso rojos, morados y azules. Y esto depende de la producción de melanina y de la profundidad del lunar. Sin embargo, lo que más importa no es el color del que sea el lunar, sino que sea simétrico, y que no presente más de dos tonalidades de café o negro como queda claro con el ABCDE de los lunares que siempre debemos tener presente.